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Global Education Forum 2010

>> jueves, 24 de marzo de 2011


En el mes de octubre de 2010, se celebró el Global Education Forum 2010. Un evento dirigido a profesores y expertos en educación y TIC.

Fue importante la lluvia de ideas y reflexiones que surgen al escuchar conferencias de todo tipo, desde con poco contenido educativo, las densas hasta atrevidas que también son necesarias para que nos muevan un ‘poco de nuestros asientos’.

Frases como La escuela desaparecerá en 20 años y pasaremos a la formación personal‘ o ‘Todo se puede aprender en la red” por ahora,… creo que no,…

Lo que es bien cierto es que La escuela actual debe formar a personas para el futuro” no para los tiempos actualesLa tecnología se mueve a unos ritmos que la sociedad no sigue”. “Nuestros alumnos están acostumbrados a la información inmediata”, “han cambiado pero la escuela sigue como hace muchos años”. “Uno de los grandes retos en la educación es conciliar el entretenimiento con el conocimiento”.

Siendo cierto que las 10 profesiones más demandadas en 2010 no existían en 2004, efectivamente debemos educar a nuestros jóvenes para algo que está por llegar.

Dejo aquí el video ‘Did you know?’ para la reflexión:


http://www.youtube.com/watch?v=DMD_5VO8lV4&feature=player_embedded



Enlace del evento: www.globaleducationforum.org


Enlazo aquí algunos de los artículos publicados en torno a este evento:

·         Global Education Forum… por streaming por @agirregabiria
·         GEF, lo que el streamming no puede transmitir por @aaraguz
·         Inmvovilismo en las aulas. Diario de León. Punset.
·         Una profe de Bachillerato en el GEF10 por @yalocin


Tomado de aulatic.com

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¿Cómo elaborar un Proyecto de Investigación?

>> jueves, 17 de febrero de 2011


PASOS PARA DESARROLLAR UN PROYECTO ESCOLAR.

 

Seleccionar el tema.

El primer paso para elaborar un proyecto de investigación, es el de seleccionar un tema adecuado. Normalmente, el tema lo propone el profesor.

Investiga tu tema. 
Después de seleccionar el tema, aprende todo sobre él. Pueden encontrarse libros que se refieran al tema elegido o en las librerías, o revistas especializadas que traten el tema en forma de divulgación. Una buena fuente para obtener información es en Internet.

Elabora un plan. 
Una vez que te consideres un "experto" sobre tu tema, debes planear cómo dirigirás tu trabajo.

Tu plan deberá incluir  lo siguiente: 
a.- El propósito del proyecto, es decir qué pregunta pretendes contestar o que problema deseas resolver.
b.- La variable o variables que se van a considerar durante el desarrollo del proyecto. 
c.- Lo que piensas de cómo resultará el proyecto. 
d.- Un procedimiento detallado que perfile cómo se orientará el desarrollo del proyecto.

Lleva a cabo el trabajo.
El próximo paso es seguir el plan que se ha propuesto. Se deben elaborar notas detalladas en todo lo que se observa. Se debe incluso sacar fotos o hacer bocetos de las observaciones. Estas notas son vitales para el desarrollo del proyecto porque serán necesarias cuando se escriba el informe y se tenga que exponer. Considera de ser posible las limitaciones que se presentaron al realizar el trabajo o los errores en que se haya incurrido.


Analiza tus resultados. 
Una vez que se termina  el proyecto, organiza tus notas. Pregúntate, lo que pasó, si los resultados están de acuerdo con la hipótesis o con lo planeado. Haz gráficas, mapas mentales, mapas conceptuales y esquemas que representen los datos para ayudarte a analizarlos.

Escribe el informe. 
Escribe un informe detallado de tu proyecto. Menciona lo que hiciste exactamente, cómo lo hiciste, y lo que descubriste. Incluye tus datos, y quizás algunos esquemas y gráficas para ayudar a los lectores a interpretar la información. Asegúrate también de incluir información de la que aprendiste en tu investigación bibliográfica. No olvides citar las fuentes de consulta.

Haz tu exposición. 
La exposición es crucial para culminar con éxito el proyecto, ya que es la forma de comunicarlo a otros. La exposición debe ser sencilla y bien organizada. Debe incluir información previa, el problema, su procedimiento, sus resultados, su conclusión, su informe, gráficos y mapas. También se pueden incluir fotografías o dibujos de los experimentos.  

Ensaya tu presentación. 
Cuando hagas la presentación ante el público, es importante que te prepares y debes saber lo que vas a decir antes de que tengas que decirlo. Ensayando tu presentación, consigue una oportunidad para eliminar la tensión y te puedas sentir cómodo hablando sobre tu proyecto. Debes empezar ensayando solo y después buscar jueces simulados y presentarlo a ellos. Se está más tranquilo en la exposición si se está preparado y se sabe lo que se va a decir.

Haz tu mejor papel.
En el momento de exponer, intenta mostrarte tan calmado y profesional como sea posible. Tú sabes de lo que estás hablando y estás seguro de ello, ¡seguro obtendrás éxito!


REQUISITOS PARA ELABORAR EL PROYECTO.

Haz tu propio trabajo. 
Cuándo se te pide hablar sobre tu proyecto, ¿cómo puedes hablar sobre él si no lo hiciste realmente? Conseguir ayuda en algunos aspectos específicos de tu proyecto está bien, no hay nada malo en eso, pero tienes que ser tú quién hace el proyecto, no un familiar o un maestro. ¡Recuerda que lo importante es que aprendas!

PLANEA. Un proyecto bueno no puede hacerse la noche antes de la presentación o incluso unos días antes. Un buen proyecto requiere tiempo de planificación y experimentación para tener éxito.


Elaboración del informe.

El proyecto de investigación debe incluir lo siguiente: 

Página del título. Crea una página del Título incluyendo el título del proyecto, tu nombre, escuela, número de lista y grupo. 

Tabla de contenidos o Índice. Incluye los números de página que indiquen el principio de cada sección. 

Introducción. La introducción incluye una explicación de tu idea y cómo la conseguiste. También incluye lo que se esperaba lograr cuando se empezó el proyecto.

Desarrollo. Describe con detalle el método con el que se obtuvieron los resultados del trabajo. Es una buena idea incluir fotografías y dibujos detallados. 

Conclusión. Resume tus resultados. No introduzcas nada que no se haya mencionado en partes anteriores del artículo.

Referencias o bibliografía. Esta lista debe incluir cualquier documentación que se halla usado en la investigación, como libros o artículos, direcciones electrónicas de Internet (indicando la fecha de consulta).



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La diferencia entre Enamorarse y Amar

>> jueves, 18 de noviembre de 2010


Eric Fromm en su libro “El Arte de Amar” habla de una diferencia entre enamoramiento y amor.
Nos enamoramos cuando conocemos a alguien por quien nos sentimos atraídos y dejamos caer frente a él o ella las barreras que nos separan de los demás.

Cuando compartimos con esa persona nuestros sentimientos y pensamientos más íntimos, tenemos la sensación de que, por fin, hicimos una conexión con alguien.
Este sentimiento nos produce gran placer, hasta la química de nuestro cuerpo cambia, dentro de él se producen unas sustancias llamadas endorfinas. Nos sentimos felices y andamos todo el día de buen humor y atontados.

Cuando estamos enamorados nos parece que nuestra pareja es perfecta y la persona más maravillosa del mundo. Esa es la diferencia entre enamoramiento y el amor.

Empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados. ¿Qué?… así es.

“El amor requiere conocer a la otra persona, requiere tiempo, requiere reconocer los defectos del ser amado, requiere ver lo bueno y lo malo de la relación”. No quiere decir que enamorarse no es bueno, al contrario es maravilloso.

Sin embargo es solo el principio de una relación, muchas personas son adictas a estar enamoradas. Terminan sus relaciones cuando la magia de haber conocido alguien nuevo desaparece; cuando empiezan a ver defectos en la otra persona y a darse cuenta que no es tan perfecta como pensaban.

EL VERDADERO AMOR NO ES CIEGO “Cuando amas a alguien puedes ver sus defectos y los aceptas, puedes ver sus fallas y quieres ayudarle a superarlas. Al mismo tiempo esa persona ve tus propios defectos y los entiende”.

El amor verdadero está basado en la realidad, no en el sueño de que encontraste a tu príncipe azul o a tu princesa encantada.

Encontraste a una persona maravillosa, de acuerdo, pero no es perfecta ni tú tampoco.
Encontraste a tu alma gemela, pero también los gemelos discuten y también tienen diferencias.
Amar es poner en una balanza lo bueno y lo malo de esa persona y después amarla.

“El amor es una decisión consciente”. Muchas veces oímos de personas que dicen que se enamoraron de alguien y que no pueden evitarlo.

- ¿Es una cuestión de suerte?
- ¿Amamos por arte de magia?
- ¿Alguien más tiene poder sobre nosotros?

De ninguna manera...
Puedes sentir una gran admiración por alguien, puedes desear tener una relación con alguien, puedes estar muy agradecido por lo que alguien ha hecho por ti, pero… no lo amas. “El amor nace de la convivencia, de compartir, de dar y recibir, de intereses mutuos, de sueños compartidos”.

Tú no puedes amar a alguien que no te ama, o que no se interesa en ti. El amor verdadero es recíproco.

“Recibes tanto como das”. Si en este momento, tú mismo tienes un “amor imposible” debes estar molesto conmigo tal vez estas pensando:

- ¿Cómo es posible que me digas esto?
- ¿Qué no ves que es amor lo que siento?

No te culpo, yo también tuve alguna vez amores imposibles y también sentí la frustración de que esa persona no me hiciera caso o me abandonara. Pero te repito, no puedes amar a alguien que no te ama.

Haz este experimento:
Llena el espacio en blanco con el nombre de tu “amor imposible”
Amo intensamente a…………. aunque no muestre el más mínimo interés en mi.
Nunca voy a estar con…………. pero lo amaré por siempre. Voy a amar a………….. sin importar que me trate mal o no me haga caso.
Si no tengo el amor de…………… no amaré a nadie más.

¿Alguna de estas frases te suena familiar?

Las frases anteriores no hablan de amor verdadero, hablan de:

ü  Baja autoestima: tú no mereces ser ignorado por nadie, mucho menos ser tratado mal.
ü  Temor de hacerte responsable de tus sentimientos: si te aferras a alguien que sabes no podrás conseguir, te evitas el trabajo de buscar a alguien que te haga caso.
ü  No hacerte responsable de ti mismo: Si le das a alguien más poder sobre ti, evitas tomar tus propias decisiones.

¿Qué tal si en lugar de estar sufriendo por esta persona en particular, te olvidas de ella y te pones a buscar alguien con el que si puedas tener una relación?

¿Lo has intentado verdad?, pero no puedes. Ahora llena las siguientes frases con el mismo nombre:

-Pienso que………….. es maravilloso(a) pero como sé que hay pocas probabilidades de que exista algo entre nosotros, buscaré alguien que esté disponible para mí.
-Veo que……………..  no puede ver lo mucho que valgo, buscaré alguien que pueda.
-Yo soy un ser humano digno de amor y respeto, si no me lo da………….., alguien más lo hará.
-Me amo, así que nunca más permitiré que me menosprecie………………..

Las frases anteriores si hablan de amor verdadero. Amor por ti mismo, que como ya dijimos es la base del amor. En resumen:

Tú decides a quien amar.
No puedes amar a quien no te ama.
El amor está basado en la realidad.
Por lo tanto… El amor no es ciego.

Sí, el amor está basado en la realidad, pero también tus sueños los puedes alcanzar. Por eso analiza y busca la forma de encontrar el amor en la persona de tus sueños.

“Empezamos a amar NO cuando encontramos una persona perfecta, sino cuando aprendemos a ver perfectamente una persona imperfecta”.

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El Perdón

>> lunes, 15 de noviembre de 2010



Debes perdonar a quienes te hirieron aunque, en tu mente, todo lo que te hicieron resulte imperdonable. Los perdonarás no porque merezcan tu perdón, sino porque no quieres sufrir y causarte más dolor a ti mismo cada vez que recuerdes lo que te hicieron. No importa lo que otras personas te hiciesen, las perdonarás porque no quieres sentirte permanentemente enfermo. El perdón es necesario para sanar tu mente. Perdonarás porque sentirás compasión de ti mismo. El perdón es un acto de amor hacia uno mismo.

Para ilustrar lo que acabo de decir te pondré el ejemplo de la mujer divorciada.

Imagínate que has estado casada durante diez años, y por la razón que sea, tienes una gran pelea con tu marido a causa de una injusticia. Te divorcias de él; realmente no puedes soportarle. Sólo con oír su nombre sientes un fuerte dolor en el estómago y tienes ganas de vomitar. El veneno emocional es tan fuerte que eres incapaz de soportarlo más. Necesitas ayuda, de modo que acudes a un terapeuta y le dices: «Estoy sufriendo mucho. Estoy llena de enfado, de celos y de envidia. Lo que hizo es imperdonable. No aguanto a ese hombre».

El terapeuta te mira y te dice: «Necesita liberar sus emociones; necesita expresar su enfado. Lo mejor sería desahogar sus emociones con una gran pataleta. Coja una almohada, golpéela y libere su enfado». De modo que eso es lo que haces: montas una pataleta colosal y liberas todas esas emociones. Realmente parece funcionar. Le pagas cien dólares y le dices: «Muchas gracias. Me siento mucho mejor». Finalmente, aparece una gran sonrisa en tu rostro.

Abandonas la consulta del terapeuta, y ¿adivinas quién se te cruza por delante con el coche? Cuando ves a tu ex marido vuelves a sentir la misma cólera de inmediato, sólo que peor. Tienes que volver corriendo al terapeuta y desembolsar otros cien dólares para desahogarte de nuevo. Liberar tus emociones de esta manera sólo proporciona una solución temporal. Quizá te ayude a desprenderte de una determinada cantidad de veneno emocional y te sientas mejor momentáneamente, pero no curas tu herida.

El único medio para sanar tus heridas es a través del perdón. Tienes que perdonar a tu ex marido por la injusticia que cometió contigo. Ahora bien, sólo sabrás que has perdonado a alguien cuando lo veas y ya no sientas nada, cuando escuches su nombre y no experimentes ninguna reacción emocional. Por lo tanto, cuando seas capaz de tocar una herida emocional y ya no sientas dolor, entonces sabrás que verdaderamente has perdonado. Evidentemente, en ese lugar te quedará una cicatriz, del mismo modo que te queda en la piel. Recordarás lo que sucedió, cómo eras antes, pero una vez que la herida se haya curado, dejará de doler para siempre.

Tal vez pienses: «De acuerdo. Es fácil decir que debemos perdonar. Lo he intentado, pero no soy capaz de hacerlo». Tienes muchas razones, muchas justificaciones por las cuales no puedes perdonar. Pero no es verdad. La verdad es que no puedes perdonar porque aprendiste a no hacerlo, porque eso es lo que practicaste, porque llegaste a ser un maestro de la falta de perdón.

Durante una época, de pequeños, el perdón era nuestro instinto natural. Antes de habernos contagiado de esta enfermedad mental, perdonar nos resultaba fácil y normal.

Acostumbrábamos a perdonar a los demás de un manera casi instantánea. Si observas a dos niños que juegan juntos y empiezan a pelearse y a pegarse entre ellos, comprobarás que, de pronto, rompen a llorar y corren hacia sus madres. «¡Eh, me ha pegado!» Una de las madres se acerca a la otra para hablar con ella. Las dos se pelean, y, sin embargo, a los cinco minutos, los dos niños están jugando juntos otra vez como si no hubiera sucedido nada, mientras las dos madres se detestarán la una a la otra el resto de su vida.

No tenemos que aprender a perdonar porque ya nacemos con la capacidad de hacerlo. Pero ¿adivinas qué nos ha ocurrido? Pues que hemos aprendido y practicado la conducta opuesta, y ahora nos resulta muy difícil perdonar. Cuando una persona nos hace algo, ya está, nos olvidamos de ella, queda expulsada de nuestra vida.

Convertimos el asunto en una guerra de orgullo. ¿Por qué? Pues porque nuestra importancia personal crece cuando no perdonamos. Al decir: «Haga lo que haga no la perdonaré. Lo que hizo fue imperdonable», nuestra opinión parece cobrar importancia.

El verdadero problema reside en el orgullo. A causa del orgullo y del honor, añadimos más leña al fuego de la injusticia a fin de que nos recuerde que no podemos perdonar. Pero ¿adivinas quién es el que va a sufrir y a acumular más y más veneno emocional? Pues nosotros mismos, ya que sufriremos por las cosas que hagan las personas que nos rodean, aun cuando no tengan ninguna relación con nuestra persona.

También aprendemos a sufrir con el único propósito de castigar a la persona que nos maltrató. Nos comportamos como niños pequeños que montan una pataleta para llamar la atención. Me hiero a mí mismo sólo para decir: «Mira lo que estoy haciendo por tu culpa». Es una gran broma, pero eso es exactamente lo que hacemos. Lo que realmente queremos decir es: «Dios, perdóname», pero no diremos una palabra hasta que Dios venga y nos pida primero que le perdonemos. En muchas ocasiones ni siquiera sabemos por qué estamos tan disgustados con nuestros padres, nuestros amigos, nuestra pareja. Estamos disgustados y si, por alguna razón, la otra persona nos pide que la perdonemos, nos echamos a llorar de inmediato y decimos: «Oh, no, perdóname tú a mí».

Ves a buscar al niño pequeño que está en el rincón con una rabieta. Coge tu orgullo y tíralo a la basura. No lo necesitas. Sencillamente, libérate de tu importancia personal y pide perdón. Perdona a los demás y verás cómo los milagros empiezan a suceder en tu vida.

En primer lugar, haz una lista de todas las personas a las que crees que necesitas pedir perdón, y acto seguido, pídeles perdón. Aunque no tengas tiempo de llamarlas a todas, pide perdón en tus oraciones y a través de tus sueños. En segundo lugar, haz otra lista de todas las personas a quienes necesitas perdonar. Empieza por tus padres, hermanos y hermanas, tus hijos, tu cónyuge, tus amigos, tu amante, tu gato, tu perro, el gobierno y Dios.

Ahora perdonarás a los demás porque sabes que, independientemente de lo que alguien te hiciese, no tenía nada que ver contigo. Cada uno sueña su propio sueño, ¿recuerdas? Las palabras y los actos que te hirieron fueron, meramente, la reacción de esa persona a los demonios de su propia mente. Está soñando en el infierno y tú no eres más que un personaje secundario de su sueño. Nada de lo que hace nadie es por ti.

Una vez que cobres esta conciencia, y no te lo tomes como algo personal, la compasión y la comprensión te conducirán al perdón.

Empieza a trabajar en el perdón; empieza a practicar el perdón. Al principio cuesta, pero después se convertirá en un hábito. El único medio de recuperar el perdón es volver a practicarlo. Practica incansablemente hasta que, al final, puedas comprobar si eres capaz de perdonarte a ti mismo. En un momento determinado, descubres que tienes que perdonarte a ti mismo por todas las heridas y el veneno que tú mismo creaste en tu propio sueño. Cuando te perdonas a ti mismo, empiezas a aceptarte, y entonces, el amor por tu persona crece. Ese es el perdón supremo: perdonarte a ti mismo.

Lleva a cabo un acto de poder y perdónate a ti mismo por todo lo que has hecho en tu vida. Y, si crees en las vidas anteriores, perdona todas las cosas que crees haber hecho en tus vidas pasadas. El concepto del karma es verdadero sólo porque creemos que lo es. Debido a nuestras creencias sobre la bondad o la maldad, nos sentimos avergonzados por lo que creemos que es malo. Nos declaramos culpables, pensamos que nos merecemos un castigo y nos castigamos a nosotros mismos. Estamos seguros de que lo que creamos es una inmundicia que es preciso limpiar. Y sólo por creerlo

«Así es». Se convierte en algo real para ti. Creas tu karma y tienes que pagar por él. Así de poderoso eres. Romper un antiguo karma es fácil. Lo único que tienes que hacer es abandonar esa creencia negándote a creer en ella, y de este modo, harás que desaparezca. No necesitas sufrir, ni pagar por nada; ya pasó. Para que el karma desaparezca bastará con que te perdones a ti mismo. Cuando llegues a ese punto, podrás empezar de nuevo. El perdón es el único medio para limpiar las heridas emocionales; cuando perdonas, la vida se convierte en algo fácil. El perdón es el único medio para sanar nuestras heridas.

Una vez que hayamos limpiado las heridas, utilizaremos una poderosa medicina para acelerar el proceso de curación. Por supuesto, esta medicina también nos la ha dado el mismo gran maestro, y es el Amor. El amor es la medicina que acelera el proceso de curación. No existe otra medicina más que el amor incondicional. No se trata de: «Te amo si...», o «Me amo a mí mismo si...». Sin condiciones ni justificaciones ni explicaciones. Se trata sólo de amar. Ámate a ti mismo, ama a tu vecino y ama a tus enemigos. Es de sentido común, pero no seremos capaces de amar a los demás hasta que no nos amemos a nosotros mismos. Y esa es precisamente la razón por la que debemos empezar a hacerlo.


Tomado de "La Maestría del Amor"


Dr. Miguel Ruiz

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La Verdad


En este mundo de ilusión, casi todas las cosas son mentira. Existen tres reglas para descubrir la verdad.

La primera:
No me creas. No tienes que creerme, sino pensar y hacer elecciones. Cuando te digo algo, cree en lo que tú quieras creer, pero sólo si tiene sentido para ti, si te hace feliz. Si te conduce hacia tu despertar, entonces haz esa elección y cree en ella.
Soy responsable de lo que digo, pero no soy responsable de lo que tú comprendas.
Vivimos en un sueño completamente diferente. Aunque lo que yo digo sea absolutamente cierto para mí, no significa que tenga que serlo para ti. La primera regla resulta muy sencilla: No me creas.

La segunda:
No te creas a ti mismo. No te creas todas las mentiras que te dices: todas esas mentiras que tú nunca escogiste, pero que fuiste programado para creer. No te creas a ti mismo cuando te dices que no eres lo bastante bueno ni lo bastante fuerte ni lo bastante inteligente. No te creas tus propias limitaciones y dificultades. No te creas que no eres digno de amor o de felicidad. No te creas que no eres bello. No te creas ninguna cosa que te haga sufrir. No creas en tu desdicha. No creas en tu propio Juez o en tu propia Víctima. No te creas la voz interior que te dice que eres un estúpido, que te dice que te suicides. No te la creas porque no es verdad. Abre tus oídos, abre tu corazón y escucha. Cuando oigas que tu corazón te conduce hacia la felicidad, entonces haz una elección y mantenla. Pero no te creas a ti mismo sólo porque es algo que estás acostumbrado a decir, porque más del ochenta por ciento de las cosas que crees se basan en la mentira: no son verdad.

La tercera regla:
No creas a nadie. No creas a otras personas porque todas mienten constantemente. Cuando hayas curado tus heridas emocionales y no sientas la necesidad de creer a otras personas sólo para ser aceptado, lo verás todo más claro.

Verás si es negro o blanco, si es o no es. Lo que ahora mismo es, quizá no lo sea dentro de unos pocos instantes. Lo que ahora no está bien quizá lo esté dentro de unos momentos. Todo cambia muy rápido pero, si eres consciente, podrás ver cómo acontece. No creas a los demás porque utilizarán tu propia estupidez para manipular tu mente. No te creas a una mujer que te diga que proviene de las Pléyades y que quiere salvar el mundo. ¡Malas noticias! No necesitamos que nadie venga a salvar el mundo.

El mundo no necesita a intrusos que vengan del exterior a salvarnos. El mundo está vivo; es un ser vivo y es más inteligente que todos nosotros juntos. Si creemos que el mundo necesita ser salvado, pronto llegará alguien y dirá: «Bien, hay que escapar del planeta porque va a chocar contra nosotros un cometa. Mátate y ¡boom!, alcanzarás al cometa e irás al cielo». No creas en ese tipo de historias. Crea tu propio sueño del cielo; nadie puede hacerlo por ti. Sólo el sentido común será capaz de conducirte hacia tu propia felicidad, tu propia creación. La regla número tres resulta difícil porque necesitamos creer en otras personas. No creas en ellas.

No creas en mí, no creas en ti y no creas en nadie más. Cuando no crees, todo lo que no es verdad desaparece como por arte de magia en este mundo de ilusión. Todo es lo que es. No necesitas justificar lo que es verdad; no tienes que dar explicaciones.

Lo que es verdad no necesita el apoyo de nadie. Tus mentiras necesitan de tu apoyo.
Necesitas crear una mentira que sostenga la primera mentira, después otra que sostenga a la última y otras más para sostener todas las mentiras juntas. Y así, al final, creas una gran estructura de mentiras, y cuando aparece la verdad, todo se desmorona. Pero es así. No es necesario que te sientas culpable por decir mentiras.

La mayoría de las mentiras en las que creemos, sencillamente se disiparán cuando dejemos de creer en ellas. Todo lo que no sea verdad no sobrevivirá al escepticismo; ahora bien, la verdad siempre sobrevivirá. Lo que es verdad es cierto, lo creas o no lo creas. Tu cuerpo está hecho de átomos. No es necesario que te lo creas. Lo creas o no lo creas, es verdad. El universo está hecho de estrellas; esto es verdad lo creas o no lo creas. Sólo lo que es verdad sobrevivirá, y esto incluye los conceptos que tienes sobre tu persona.

Hemos dicho que, de pequeños, no tuvimos la oportunidad de escoger qué creer y qué no creer. Bueno, ahora es distinto. Ahora que somos adultos tenemos el poder de hacer una elección. Podemos creer o no creer. Aunque algo no sea verdad, si decidimos creer en ello, lo creeremos porque esa será nuestra voluntad. Puedes escoger cómo quieres vivir tu vida. Y si eres sincero contigo mismo, sabrás que siempre tendrás la libertad de hacer nuevas elecciones.

Cuando estamos dispuestos a ver con los ojos de la verdad, destapamos algunas mentiras y abrimos las heridas. Pero las heridas todavía están llenas de veneno.

Por lo tanto, una vez abiertas, las limpiaremos para eliminar todo el veneno. Pero ¿cómo lo haremos? El mismo maestro nos dio la solución hace dos mil años: el perdón. El único medio para limpiar las heridas y desprendernos del veneno es el perdón.

Tomado de "La Maestría del Amor"

Dr. Miguel Ruiz

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El hombre que no creía en el amor

>> jueves, 11 de noviembre de 2010


Quiero contarte una vieja historia sobre un hombre que no creía en el amor. Era una persona normal, como tú y como yo, pero su manera de pensar era muy especial: Estaba convencido de que el amor no existía. Había acumulado mucha experiencia en su intento de encontrar el amor, por supuesto, y observado a la gente que tenía a su alrededor. Se había pasado buena parte de su vida intentando encontrar el amor y finalmente, descubrió que el amor no existía.

Dondequiera que fuese solía explicarle a la gente que el amor no era otra cosa que una invención, una invención de las religiones que intentaban, de ese modo, manipular la débil mente de los seres humanos para controlarlos y convertirlos en creyentes. Decía que el amor no era real y que, por esa razón, ningún ser humano lo encontraría jamás, no importa cuánto se esforzara.

Este hombre tenía una gran inteligencia y había leído muchos libros y se había convertido en un erudito muy respetado. Era capaz ante cualquier audiencia, de defender con contundencia su razonamiento. Decía que el amor es como una especie de droga; te exalta, pero a su vez crea una fuerte dependencia, por lo que es posible convertirse en un gran adicto a él. Y ¿qué ocurre entonces cuando no recibes tu dosis diaria, una dosis que necesitas al igual que un drogadicto?

Solía decir que la mayoría de las relaciones entre los amantes se parecen a las que mantiene un adicto a las drogas con la persona que se las suministra. La persona que tiene la necesidad mayor es la que sufre la adicción a las drogas; la que tiene la necesidad menor es la que se las suministra. Y la que tiene menor necesidad es la que controla toda la relación. Generalmente, en todas las relaciones hay una persona que ama más y otra que ama menos y que se aprovecha de la que le ofrece su corazón. Es posible ver de qué modo se manipulan la una a la otra, sus acciones y reacciones, que son, sencillamente, iguales a las de un adicto a las drogas con su proveedor.

El adicto a las drogas, el que tiene más necesidad, vive con un miedo constante, temeroso de que, quizá, no sea capaz de conseguir su próxima dosis de amor, o de droga. El adicto piensa: «¿Qué voy a hacer si ella me deja?». Ese miedo lo convierte en un ser muy posesivo. «¡Eso es mío!» Se vuelve celoso y exigente porque teme no conseguir su próxima dosis. Por su parte, el suministrador puede controlar y manipular a la persona que necesita la droga dándole más dosis, menos o retirándosela del todo. La persona que tiene más necesidad acabará por rendirse completamente y hará todo lo que pueda para no verse abandonada.

«Lo que los seres humanos llaman "amor" no es otra cosa que una relación de miedo que se fundamenta en el control. ¿Dónde está el respeto? ¿Dónde está el amor que aseguran tenerse? No hay amor. Las parejas jóvenes se hacen un sinfín de promesas mutuas, delante de todos: ¡Vivir juntos para siempre, amarse y respetarse, estar junto al otro en lo bueno y en lo malo! Prometen amarse y honrarse y mucho más. Pero, una vez casados -pasada una semana, un mes o unos cuantos años-, se puede ver que no mantienen ninguna de esas promesas.

«Lo que hay es una guerra de control para ver quién manipulará a quién. ¿Quién será el suministrador y quién tendrá la adicción? Unos meses más tarde descubrirán que el respeto que juraron tenerse mutuamente se ha desvanecido. Descubrirán el resentimiento, el veneno emocional, y verán cómo, poco a poco, empezarán a herirse el uno al otro, una situación que crecerá y crecerá hasta que lleguen a tener miedo de quedarse solos, hasta que lleguen a temer las opiniones y los juicios de los demás y también sus propios juicios y opiniones. Pero ¿dónde está el amor?»

Solía afirmar que había visto a muchas parejas mayores que habían compartido su vida durante treinta, cuarenta o cincuenta años y que se sentían muy orgullosas de haber vivido unidas todos esos años. No obstante, cuando hablaban de su relación, lo que decían era: «Hemos sobrevivido al matrimonio». Eso significa que uno de ellos se rindió ante el otro; en un momento determinado ella renunció y decidió soportar el sufrimiento. El que tenía mayor empeño y menor necesidad de los dos ganó la guerra, pero ¿dónde está la llama que denominan amor?

Sin embargo, un día, este hombre salió a dar un paseo por un parque, donde se encontró, sentada en un banco, a una mujer que estaba llorando. Cuando advirtió su llanto, sintió curiosidad, se sentó a su lado y le preguntó por qué lloraba y si podía ayudarla.

Con sorpresa, ella le respondió que estaba llorando porque el amor no existía. Él dijo: «Esto es increíble: ¡una mujer que cree que el amor no existe!». Por supuesto, quiso saber más cosas de ella.
-¿Por qué dice que el amor no existe? -le preguntó.

-Bueno, es una larga historia, me casé cuando era muy joven, estaba muy enamorada, llena de ilusiones y tenía la esperanza de compartir mi vida con el que se convirtió en mi marido. Nos juramos fidelidad, respeto y honrarnos el uno al otro, y así creamos una familia. Pero, pronto, todo empezó a cambiar. Yo me convertí en la típica mujer consagrada al cuidado de los hijos y de la casa. Mi marido continuó progresando en su profesión y su éxito e imagen fuera del hogar se volvió para él en algo más importante que su propia familia. Me perdió el respeto y yo se lo perdí a él. Nos heríamos el uno al otro, y en un momento determinado, descubrí que no le quería y que él tampoco me quería a mí.

-Pero los niños necesitaban un padre y esa fue la excusa que utilicé para continuar manteniendo la relación. Ahora los niños han crecido y se han independizado. Ya no tengo ninguna excusa para seguir junto a él. Entre nosotros no hay respeto ni amabilidad. Sé que, aunque hallase a otra persona, sería lo mismo, porque el amor no existe. No tiene sentido buscar algo que no existe. Esa es la razón por la que estoy llorando.
-Tiene razón, el amor no existe. Buscamos el amor, abrimos nuestro corazón, nos volvemos vulnerables y lo único que encontramos es egoísmo. Y, aunque creamos que no nos dolerá, nos duele. No importa cuántas relaciones iniciemos; siempre ocurre lo mismo. Entonces ¿para qué seguir buscando el amor?

Se parecían tanto que pronto se hicieron amigos, la mejor amistad que habían tenido jamás. Era una relación maravillosa. Se respetaban mutuamente y nunca se lastimaban el uno al otro. Cada paso que daban juntos les llenaba de felicidad. Entre ellos no había ni envidia ni celos, no se controlaban el uno al otro y tampoco se sentían poseedores el uno del otro. La relación continuó creciendo más y más. Les encantaba estar juntos porque, en esos momentos, se divertían mucho.

Un día él, durante un viaje que lo había llevado fuera de la ciudad, reflexionó:
«Mmm, tal vez lo que siento por ella es amor. Pero esto resulta muy distinto de todo lo que he sentido anteriormente. No tomo nada de ella; no siento la necesidad de que ella cuide de mí; no necesito echarle la culpa de mis problemas ni echarle encima mis desdichas. Juntos es cuando mejor lo pasamos; disfrutamos el uno del otro. Respeto su forma de pensar, sus sentimientos. Ella no hace que me sienta avergonzado; no me molesta en absoluto. No me siento celoso cuando está con otras personas; no siento envidia de sus éxitos. Tal vez el amor sí existe, pero no es lo que todo el mundo piensa que es».

Cuando le explicó sus sentimientos, ella le dijo: -Sé exactamente lo que me quieres decir. Hace tiempo que vengo pensando lo mismo, pero no quise compartirlo contigo porque sé que no crees en el amor. Quizás el amor sí existe, pero no es lo que creíamos que era. Decidieron convertirse en amantes y vivir juntos, e increíblemente, las cosas no cambiaron entre ellos. Continuaron respetándose el uno al otro, apoyándose, y el amor siguió creciendo cada vez más. Eran tan felices que incluso las cosas más sencillas les provocaban felicidad en su corazón.

El amor que sentía él llenaba de tal modo su corazón y se sintió tan inmensamente feliz que apenas fue capaz de esperar para correr hacia la mujer y depositarle su felicidad en sus manos, como una prueba del amor que sentía por ella. Pero en el mismo momento en el que la iba a aceptar, ella sintió una duda: pensó que ese amor resultaba arrollador, y en ese instante, lo perdió para siempre.

Ahora, un hombre viejo anda por el mundo jurando que no existe el amor, y una hermosa mujer anciana espera a un hombre en su hogar, derramando lágrimas por un paraíso que una vez tuvo en sus manos pero que, por un momento de duda, lo perdió.

Esta es la historia del hombre que no creía en el amor.

El que cometió el error fue él al pensar que podía darle su felicidad a la mujer. La felicidad nunca proviene del exterior. Él era feliz por el amor que emanaba de su interior; ella era feliz por el amor que emanaba de sí misma. Pero, tan pronto como él la hizo responsable de su felicidad, ella la rompió porque no podía responsabilizarse de la felicidad de él.

No importa cuánto amase la mujer al hombre, nunca hubiera podido hacerle feliz porque nunca hubiese podido saber qué es lo que él quería. Nunca hubiera podido conocer cuáles eran sus expectativas porque no podía conocer sus sueños.

Si tomas tu felicidad y la pones en manos de alguien, más tarde o más temprano, la romperá. Si le das tu felicidad a otra persona, siempre podrá llevársela con ella. Y como la felicidad sólo puede provenir de tu interior y es resultado de tu amor, sólo tú eres responsable de tu propia felicidad. Colocamos la felicidad en manos de la otra persona con la esperanza de que nos haga felices y de que nosotros la haremos feliz a ella. 

No importa cuánto ames a alguien, nunca serás lo que esa persona quiere que seas. Ese es el error que la mayoría de nosotros cometemos.

Tomado de "La Maestría del Amor"
Dr. Miguel Ruiz

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¿Qué son los Mapas Conceptuales?

>> lunes, 25 de octubre de 2010

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Pasos para elaborarlo:

 1. Escribir en la pizarra cualquier concepto, por ejemplo árbol y buscar si te crea alguna imagen mental. (ramas, raíces, tronco, etc.)
2. Buscar palabras que se relacionen con este concepto y escribirlas en su cuaderno.
3. Nombrar una serie de palabras como: tiene, donde, como, con, produce, entre otras. Éstos no son términos conceptuales sino, que son palabras de enlace. Es decir, palabras que se utilizan para unir dos o más conceptos y formar frases que tengan significado.
4. Escribir en su cuaderno unas cuantas frases cortas, formadas por dos conceptos y una o varias palabras de enlace; con el objetivo de ilustrar cómo utilizas conceptos y palabras de enlace para transmitir algún significado, por ejemplo: El árbol es frondoso.
5. Forma tú solo unas cuantas frases cortas e identifica las palabras de enlace y los conceptos.
6. Ordenar los conceptos de los más generales a los más específicos. Que impliquen que los conceptos más generales sean los que tienen un mayor poder explicativo o inclusivo, es decir, más información, y que permitan aglutinar otros conceptos más específicos o con menos información.
7. Elaborar el mapa conceptual. Para conseguir una buena presentación de los significados, hay que rehacer el mapa una, dos o más veces, hasta que sea fácil de entender.






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Ejemplo:





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¿Cómo crear un Mapa Mental?

Un Mapa Mental, es un Diagrama que se utiliza para organizar visualmente las ideas no jerárquicas. Son útiles para clarificar el pensamiento mediante ejercicios breves de asociación de palabras, ideas o conceptos. Se diferencian de los Mapas Conceptuales porque no incluyen palabras de enlace entre conceptos que permitan armar proposiciones jerarquizadas. Utilizan palabras clave, símbolos, colores y gráficas para formar redes no lineales de ideas. Generalmente, se utilizan para generar lluvias de ideas, elaborar planes y analizar problemas.

Ejemplo:


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ESTÁNDARES DE COMPETENCIAS EN TIC PARA DOCENTES

>> viernes, 15 de octubre de 2010




Londres, Enero 8 de 2008

PREFACIO

Para vivir, aprender y trabajar con éxito en una sociedad cada vez más compleja, rica en información y basada en el conocimiento, los estudiantes y los docentes deben utilizar la tecnología digital con eficacia. En un contexto educativo sólido, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) pueden ayudar a los estudiantes a adquirir las capacidades necesarias para llegar a ser:

• Competentes para utilizar tecnologías de la información;
• Buscadores, analizadores y evaluadores de información;
• Solucionadores de problemas y tomadores de decisiones;
• Usuarios creativos y eficaces de herramientas de productividad;
• Comunicadores, colaboradores, publicadores y productores; y
• Ciudadanos informados, responsables y capaces de contribuir a la sociedad.

Gracias a la utilización continua y eficaz de las TIC en procesos educativos, los estudiantes tienen la oportunidad de adquirir capacidades importantes en el uso de estas. El docente es la persona que desempeña el papel más importante en la tarea de ayudar a los estudiantes a adquirir esas capacidades. Además, es el responsable de diseñar tanto oportunidades de aprendizaje como el entorno propicio en el aula que facilite el uso de las TIC por parte de los estudiantes para aprender y comunicar. Por esto, es fundamental que todos los docentes estén preparados para ofrecer esas oportunidades a sus estudiantes.

Tanto los programas de desarrollo profesional para docentes en ejercicio, como los programas de formación inicial para futuros profesores deben comprender en todos los elementos de la capacitación experiencias enriquecidas con TIC. Los estándares y recursos del proyecto “Estándares UNESCO de Competencia en TIC para Docentes” (ECD-TIC) ofrecen orientaciones destinadas a todos los docentes y más concretamente, directrices para planear programas de formación del profesorado y selección de cursos que permitirán prepararlos para desempeñar un papel esencial en la capacitación tecnológica de los estudiantes.

Hoy en día, los docentes en ejercicio necesitan estar preparados para ofrecer a sus estudiantes oportunidades de aprendizaje apoyadas en las TIC; para utilizarlas y para saber cómo éstas pueden contribuir al aprendizaje de los estudiantes, capacidades que actualmente forman parte integral del catálogo de competencias profesionales básicas de un docente.

Los docentes necesitan estar preparados para empoderar a los estudiantes con las ventajas que les aportan las TIC.

Escuelas y aulas –ya sean presenciales o virtuales– deben contar con docentes que posean las competencias y los recursos necesarios en materia de TIC y que puedan enseñar de manera eficaz las asignaturas exigidas, integrando al mismo tiempo en su enseñanza conceptos y habilidades de estas. Las simulaciones interactivas, los recursos educativos digitales y abiertos (REA), los instrumentos sofisticados de recolección y análisis de datos son algunos de los muchos recursos que permiten a los docentes ofrecer a sus estudiantes posibilidades, antes inimaginables, para asimilar conceptos.

Las prácticas educativas tradicionales de formación de futuros docentes ya no contribuyen a que estos adquieran todas las capacidades necesarias para enseñar a sus estudiantes y poderles ayudar a desarrollar las competencias imprescindibles para sobrevivir económicamente en el mercado laboral actual.
Al llevar a cabo el proyecto ECD-TIC, la UNESCO cumple con:

a) su función como organismo formulador de estándares
b) su mandato dentro del programa “Educación para Todos” (EFA).
c) su mandato de organismo coordinador –junto con el PNUD– de las líneas de acción C4 y C7 del Plan de Acción de la CMSI, 1 adoptado en el 2005 en Túnez, que se refieren respectivamente a la “creación de capacidad” y a la “educación virtual”; y
d) su objetivo primordial de crear sociedades del conocimiento inclusivas mediante la comunicación y la información.

El proyecto ECD-TIC ofrece un marco de referencia completo para estos estándares:

a) atendiendo el “Marco de políticas educativas” subyacente;
b) examinando los componentes de la reforma de la educación y desarrollando un conjunto de matrices de competencias para docentes que correspondan a los distintos enfoques en materia de políticas educativas y a los componentes de la reforma del sistema educativo; 2 y
c) ofreciendo una descripción detallada de las competencias específicas que los docentes deben adquirir en el contexto de cada conjunto o módulo3 de competencias.

La segunda fase del proyecto ECD-TIC prevé la creación de un mecanismo por parte de la UNESCO destinado a aprobar los programas de formación que cumplan con estos Estándares. Las directrices completas referentes a la presentación, evaluación y aprobación de esos programas se publicarán en el sitio Web del proyecto: http://www.unesco.org/en/competency-standards-teachers

Además, la UNESCO efectuará un seguimiento a los estándares y programas de formación de maestros ya existentes – basándose en el marco de conjuntos de competencias de los ECD-TIC– con miras a dinamizar los esfuerzos realizados en esta área a nivel mundial. Esperamos que esta labor contribuya a la elaboración de programas de capacitación de docentes que posibiliten que ellos desarrollen competencias en TIC.

Por último, es importante señalar que la elaboración de los “Estándares UNESCO de Competencias en TIC para Docentes” (ECD-TIC) fue un verdadero ejemplo de la fuerza que tienen las alianzas entre el sector público y el privado en pro del desarrollo. Al respecto, deseamos agradecer la notable ayuda que prestaron numerosos asociados tanto del mundo académico, como del sector empresarial de las tecnologías de la información y la comunicación. Más concretamente, deseamos expresar nuestro agradecimiento a las firmas Microsoft, Intel, Cisco, a la Sociedad Internacional para la Tecnología en la Educación (ISTE) y al Instituto Politécnico y la Universidad del Estado de Virginia (Virginia Tech). Sus contribuciones fueron sumamente valiosas.

Abdul Waheed Khan
Director General Asistente para comunicación e información UNESCO.
Publicado en 2008 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura7, place de Fontenoy, 75352 PARIS 07 SP
© UNESCO 2008
Este material se puede reproducir, traducir, distribuir o presentar siempre y cuando se haga sin propósitos comerciales, dando en todo caso el crédito a UNESCO.

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